ESTATUA DE LA VIRGEN BLANCA

La Estatua de la Virgen Blanca es uno de los monumentos más icónicos de la región española de Galicia. Esta estatua monumental se encuentra en la cima de una pequeña montaña a la salida de Pedroso, un pequeño pueblo de la provincia de Lugo.

Se cree que la estatua de la Virgen Blanca fue construida originalmente por indígenas en la Edad Media, y fue probablemente creada para venerar a la virgen María. La estatua se ha transformado en un punto de interés no sólo para los creyentes religiosos, sino también para los turistas que desean disfrutar de los paisajes de Galicia.

Desde tiempos inmemoriales, La Estatua de la Virgen Blanca ha gozado de una gran relevancia para la gente de Galicia y ha simbolizado la fortaleza, el orgullo y el patriotismo de la región. Este monumento se considera como un testimonio de devoción religiosa y de esperanza a través de la turbulencia y la persecución.

Aunque se desconoce el año exacto en que La Estatua de la Virgen Blanca fue construida, es generalmente aceptado que fue esculpida durante el siglo XVI, hacia 1564. Se cree que el obispo de Lugo, Don Toribio Rodríguez de Guzmán, es responsable de la construcción de la estatua de la Virgen Blanca. Una vez terminada, la estatua fue erigida en un área de la cima de la montaña que cada año se colma de cientos de devotos que acuden para rendir homenaje a la Virgen María.

Aunque La Estatua de la Virgen Blanca contaba originalmente con una altura de diez metros y pesaba 2.000 toneladas de mármol de Carrara, en los años 1980, la estatua sufrió una desgracia trágica cuando el caballo montado por la Virgen cayó al suelo. El monumento se reparó y restauró y actualmente es de nueve metros de altura, con pequeñas diferencias en algunos de los detalles.

La imagen de la Virgen María se describe como la de una regia mujer que lleva un velo blanco y está coronada por una espada celestial. Sus ojos están mirando hacia el horizonte, dando la impresión de que ella está en guardia vigilando los destinos de su territorio.

A pesar de siglos de desgaste, la imagen de la Virgen María se ha mantenido inalterable. El santuario de la Estatua de la Virgen Blanca sigue siendo en la actualidad un lugar sagrado y místico, que ha sido testigo de numerosas romerías y tradiciones.

Además de su alto contenido religioso, La Estatua de la Virgen Blanca es una excelente oportunidad para disfrutar de la naturaleza y del paisaje, ya que se encuentra en un entorno natural precioso. El santuario de la Virgen Blanca cuenta con numerosas actividades de recreación, como senderismo, escalada, tirolina y parapente. Además, la zona alrededor de la estatua también ofrece ofrece una serie de museos históricos y vistas panorámicas.

Por todas estas razones, La Estatua de la Virgen Blanca es uno de los lugares de Galicia más visitados. Cada año se congregan miles de peregrinos que vienen a rendir homenaje a la Virgen María, y también a disfrutar de los paisajes y la naturaleza del paraje. La Estatua de la Virgen Blanca es, sin duda alguna, uno de los monumentos más hermosos de España.

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